lunes, 12 de octubre de 2009

Emociones con Murcia al fondo

Este largo fin de semana he vuelto a mi tierra. Numerosas satisfacciones personales, que quizas (bueno, seguro), sean indiferentes para los que leais este comentario.
El solo hecho de avistar el cartel que indica el acceso a Murcia, ya me cambia el animo, aunque esta alegria se enturbie un poco, al contemplar la interminable caravana a la que nos acabamos de incorporar. La peregrinacion tiene como meta final la contemplacion y acariciamiento de las "curvas suecas", pero en este caso, la meta no son las playas murcianas y las rubias nordicas, sino los cientos de objetos que poblan los estantes del IKEA. Yo pecador, tambien lo comprobe al dia siguiente.

La primera emocion del viaje, fue el reencuentro con los amigos con los que convivi en Madrid, los cuales forman ya parte de mi familia. Todos nos hacemos menos jovenes y nuestros gritos de guerra ante la vida van cambiando, puede que ello distancie nuestros planteamientos, pero el cariño es mucho mas fuerte y estoy seguro que siempre lo sera. Mencion especial, para los mas jovenes de la saga, cuya demostracion de afecto me ha emocionado. Seguid asi y no nos olvideis.

La segunda emocion, ha sido comprobar la recuperacion de mi hermano del infarto que nos estremecio este verano. El proceso es lento, pero con el tiempo todo seran recuerdos y vida sana: uno ya ha pasado por eso.

Uno de los motivos del viaje, era la boda de nuestra "hija adoptiva" en la etapa valenciana y madrileña de mi compañera y mia. Esta claro que nos hacen mayores, ...pero somos mayores afortunados al contemplar a la "Seña Leticia", como dirian castizamente. Muchas Felicidades.

La demostracion mas palpable de que nos hacemos mayores, es que ya son los sobrinos, los que nos invitan a sus respectivas casas. Ya vuelan solos (con sus parejas), pero nos hacen un hueco en sus nidos para compartir sus felicidad con nosotros. Todo ello, junto al resto de la familia. Y encima, se olia a jazmin y galan de noche.
¡¡¡ Ay!!!, ¡¡¡ Mi Murcia!!!