martes, 21 de junio de 2005

Ni la guerra de Irak, ni el chapapote, ni la descarada actuacion del 11M y dias posteriores de los dirigentes populares hicieron mover un dedo dentro de sus filas para mostrar discrepancias.
Ha tenido que venir Aquilino para que se movieran las conciencias y empezaran a aparecer las personas de juicio equlibrado, aunque esten mas a la derecha que mi juicio personal.
No podia ser cierto que un partido de gentes tan dispares, pudieran estar de acuerdo en todas las actuaciones de la cupula. Ha tenido que ser una persona de mente tan corta, imposible de que pudiera retorcerse, la que ha despertado a varios miembros del PP.
Nunca es tarde si al final se ponen los puntos sobre las ies, pero deberan pensar sobre las veces que cerraron los ojos y a consecuencia de ello, otros lo hicieron definitivamente. Que Dios los perdone por su tardanza.