domingo, 20 de marzo de 2005

Domingo de Ramos murciano

Era el inicio de la Semana Santa. Por lo menos en lo que a desfiles procesionales se refiere y desde luego con el calendario retrasado unos cuantos años.
Cuando era pequeño, la primera procesión era el Viernes de Dolores, salia de San Juan de Dios, creo recordar. Posteriormente se paso al martes y coincidia con la del Rescate que salia de la otra iglesia de San Juan.
Lo mas significativo del Domingo de Ramos, eran obviamente los ramos, o las palmas, para ser mas exacto.
Las palmas para mi tienen un nombre y un apodo: Antonia La candila. Antonia era esta una vecina que en las semanas anteriores al Domingo de Ramos, se dedicaba a trenzar palmas, creando unas autenticas obras de arte.
Si algo me llamaba la atención mas que la palma trenzada, era la habilidad con que lo hacia. Vivia en un bajo-garaje, lo que hoy se conoceria por un apartamento, porque solo disponia de una estancia que hacia de dormitorio, salon y cocina y un pequeño baño.
Solia salir a la puerta de la casa a trabajar y colocaba contra la pared las palmas trenzadas y las que esperaban su turno para ser transformadas.
Mas tarde las llevarian al mercado para venderlas. El domingo, las veiamos en las manos de niños y adultos, desfilando en las distintas procesiones. En la mayoria de los casos, acababan en los balcones, a modo de escudo familiar, hasta que el año siguiente se cambiara por otra nueva.
Por la noche, salia la procesion de la Esperanza, desde la iglesia de San Pedro, las túnicas eran de color verde y aunque no la veiamos todos los años, cuando lo haciamos, los haciamos desde la puerta de la iglesia, a la salida.
No puedo recordar detalles de la misma, solo que tengo la impresion, que al igual que la del domingo siguiente, en esta procesion no habian "pasos" con cristos azotados, lacerados ni crucificados, sino entrando triunfalmente en Jerusalen.
Seria posible que dos mil años despues, se permitiera entrar, a los palestinos, no ya triunfantes, sino tan solo dignos, libres y en paz.