sábado, 30 de junio de 2007

Chicos, al Saloooooon

Casi todas las situaciones de las peliculas del viejo oeste (como si el nuevo fuera diferente), estaban alrededor del Saloon. O bien en el bar, en las habitaciones, o en la calle frente al Centro Social susodicho.
En la mayoria de las peliculas, habia gente mala que no dejaba de dar la murga a los inocentes individuos e individuas (como diria el gobernador de la epoca) y las autoridades y fuerzas vivas locales, se veian impotentes para resolver dignamente la situacion. Al final, alguien tiene el recuerdo de un mito residente allende los desiertos y los mares y que de seguro, acabaria con la situacion y devolveria a la poblacion la tranquilidad y es status que deseaban.
En otras ocasiones, la historia es igual, solo que los malos que no consiguen meter en vereda al sheriff y conseguir dominar al pueblo, se acuerdan de alguien afamado, que podria con sus artes intimidatorias, cargar la balanza hacia su lado.
Se vea la historia de un lado u otro, era evidente, que Rato tendria que venir a ayudar a sus fuerzas impotentes. Cada cual, seguro que pensara que la situacion es una u otra, pero eso queda como una reflexion espiritual y no entrare en ello.
Si entrare, en la llegada del forastero, bien trajeado, sonrisa amplia y frente despejada. Voy a creerme durante tres segundos, que viene por asuntos familiares y no por Asuntos de familia. Vale, ya han pasado los tres segundos.
Se imaginan que alguien moviera Roma con Santiago para conseguirle a un amigo, conocido o simplemente estorbante, un trabajo allende los mares y desiertos, implicando a personalidades (es un decir) del mundo mundial y que uno aceptara todo euforico con un contrato de 5 años y que al tercer año saliera con que quiere dejarlo para dedicarse a la educacion de sus hijos. Realmente, es tan bochonorso, cuando veo a diario a personas que salen de madrugada en furgonetas, -desconozco el destino-, a trabajar a decenas de kilometros, volviendo por la noche, para volver al dia siguiente a lo mismo. Aun mas, esas personas, tienen a sus familias a miles de kilometros y llevan años sin verlos, supliendo con internet, el telefono o una carta, el dolor de la distancia.
Pues nada, a esperar los nuevos cartelitos explicativos del Sr. Rato, a los que nos tenia acostumbrados y que me figuro habra cambiado por nuevas tecnologias.
Dicen, que esto se pone emocionante, asi que me comprare las palomitas y a ver que pasa, porque el PP, no es la Ponderosa y el buen rollito que tenian los Cartwright, no es el mismo del ranchito de Genova.

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Between two straws..