jueves, 29 de diciembre de 2005

Un Jarro de agua templada

El descubrimiento del fraude, en parte, de los avances cientificos publicitados, por el Doctor Hwang, ha supuesto un duro reves, para mucha gente.
Por un lado, la comunidad cientifica, ha visto como se tiraba por tierra la credibilidad de un compañero, y por rebote, en un primer momento, una sensacion de cuarentena crediticia en cualquier avance logrado en estos momentos.
Para millones de personas, supone un jarro de agua, para unas expectativas de mejora o solucion de sus problemas, o de sus familiares cercanos, que los resultados que se presentaron en la revista Science el pasado mayo, suponian para sus enfermedades.
Tengo gran fe en la medicina. En la convencional y a veces en las otras. Pero creo que el primer medicamento en hacer efecto es el de la fe y la confianza.
No es la primera vez, que ante algun "achuchon", el ritmo cardiaco se dispara y parece que el corazon quiere salirse de su alojamiento. La sola presencia del medico, baja la intensidad de la ansiedad y casi sin medicamento, todo vuelve a la normalidad.
Quiero creer, que el fraude detectado, se debe mas, a un exceso de triunfalismo ante un logro conseguido de verdad, pero que la euforia, le hizo multiplicar. Confio, que una vez serenado el ambiente, se pueda reconducir la investigacion y mas temprano que tarde, se pueda anunciar, esta vez con hechos reales, lo que una vez soño el Doctor Hwang.
Como parte interesada, hare como los niños, me tapare los oidos y cerrare con fuerza los ojos: "No he oido ni leido nada del fraude. Cuando abra los ojos, todo habra vuelto a la normalidad". Me niego a que me caiga un jarro de agua fria, ...como mucho, la acepto que este templada.

LA WEB NUESTRA DE CADA DIA: Natureza
Con espiritu de voyeur, me asomo a esta ventana familiar, para relajarme contemplado las fotos de familia, paisajes y cosas que les rodean. No es nada del otro mundo, esta en este mundo y quizas por eso nos pasa desapercibido a veces. Estamos aconstumbrandonos a fijarnos solo en cosas espectaculares, que pasamos de las pequeñas cosas. Y sin embargo, esas son las que nos dan la vida.